Cuando empezamos a tener hijos desarrollamos una especie de patrón para criarlos y es muy común que tengamos un trato diferente con cada uno de ellos. Quizás no nos demos cuenta de que actuamos diferente con nuestros hijos, pero ellos sí lo hacen y tienden a desarrollar diferentes personalidades con nosotros. Por este motivo, debes estar más pendiente de tu accionar, porque tu segundo hijo puede llegar a ser más desobediente y rebelde que el primero.
¿Por qué el segundo hijo es más rebelde que el primero?
Resulta que cuando tenemos a nuestro primer pequeño aún somos inexpertos,creemos que cualquier cosa que le pase puede llegar a ser muy grave y le brindamos demasiada protección, cariños y obsequios. Sin embargo, esto no ocurre con el segundo hijo, mucho menos con los que vienen después de este ¿Por qué? Porque quedamos con las experiencias que nos ha dejado el primer ser que traemos al mundo.

Ya sabemos que las caídas en los juegos son muy comunes, que las fiebres pueden curarse en casa y que hay que ponerles mano dura cuando hacen berrinches y no complacerlos en todo. También tendemos a darle más responsabilidad al primogénito, dejando mucho más liviano en deberes al resto.
¿Qué tipo de personalidad pueden desarrollar nuestros hijos?
El primero va a ser mucho más responsable en todos los aspectos, de hecho, crecerá con la mentalidad de querer proteger a capa y espada a sus hermanos, querrá ayudarlos en todo y procurar hacer de todo con tal de que ellos no tengan mucho que hacer. Esto lo hará para que sus hermanos vean en él un modelo a seguir e indirectamente también los estará criando. En cambio, los menores pueden ser:
Mas relajados:
Y se habla de manera literal, como saben que el hermano mayor hará todo, ellos simplemente aportarán menos en el hogar y se mantendrán siempre en su zona de confort.
Rebeldes:
Esto lo harán por un sólo motivo: Eliminar a su competencia. Sienten que la persona anterior a ellos tiene más protagonismo en la vida de sus padres y se portaran mal sólo para llamar la atención y dejar a su hermano mayor de lado.Es muy común que esto suceda, pasa incluso hasta en las mejores familias.
Mimados:
Son los más pequeños y querrán serlo por siempre, es decir, van a hacer todo tipo de berrinches para obtener lo que quieren.
Desobedientes:
El mayor conoce los parámetros y las reglas que han impuesto sus padres, ha crecido siguiéndolos y vive relativamente bien con eso. Los pequeños no y van a querer cambiar o desafiar ese régimen y no es de extrañar, apenas vienen llegando, son más pequeños y al tener tanta atención querrán usarla a su conveniencia.
Tienes que tener en cuenta que, así como los menores desarrollan este tipo de actitudes, los mayores pueden llegar a sentirse excluidos e incluso presionados porque tienen demasiadas responsabilidades, pues instintivamente maduran mucho más rápido.
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